viernes, 11 de abril de 2014

PRODUCCIONES DE LOS EDUCANDOS. FILOSOFÍA 11






ENSAYO FILOSÓFICO













WILLIAM ALEXANDER CALDERÓN NARVÁEZ










Profesora: VILMA BORJA
Licenciada en Ciencias sociales










INSTITUCIÓN EDUCATIVA YERMO Y PARRES
MEDELLÍN
11-2
2014.





LA EXISTENCIA DE DIOS, UN MISTERIO SIN EXPLICACIÓN.


A lo largo de la historia de la humanidad; el hombre siempre se ha preguntado por su propio origen, por esas  raíces de las cuales surgió la vida humana, y que le han permitido desenvolverse dentro las diversas y cambiantes circunstancias de su existencia; pero no sólo se ha cuestionado sobre su propia vida, sino por las diferentes manifestaciones de existencia presentes en un planeta aparentemente solitario con  presencia de vida que se extiende a lo largo del inacabado universo. Desde esa curiosidad, ese hombre y en su afán de  respuestas le ha  atribuido su origen  a seres místicos o dioses. Un ejemplo de estos es Zeus: en la mitología griega, Odín  en la mitología nórdica; pero el más reconocido es dios,  Jesucristo en las religiones cristianas.

Desde las diferentes teorías científicas, esa existencia de un “Dios”, sería falsa, pues no es objetiva, debido a que dicho fenómeno no se ha podido comprobar a través del riguroso método científico; sin embargo,  para los creyentes, es decir para la inmensa mayoría de los seres humanos, existe un Dios, que no necesariamente se llama Jesucristo, pero que realizó la misma obra creadora y todas las manifestaciones de vida presentes en el planeta.
La pregunta sobre la existencia de Dios hasta ahora resulta en una verdadera incógnita, pues a pesar de  los avances tecnológicos  ni se ha confirmado ni  se ha demostrado lo contrario; sin embargo,  hay ciertas teorías científicas, que usando diferentes herramienta o instrumentos tratan de demostrar el origen del universo,  y por lo tanto, el origen de la vida sobre la tierra.
Una de esas herramientas científicas es el  colisionador de hadrones ubicado cerca de Ginebra, en la frontera franco-suiza. El colisionador hace colisionar 2 protones a una velocidad de  300.000 km/s, para así poder recrear las condiciones del inicio de la creación del Universo. Al hacer esto supuestamente se está demostrando el origen mismo del universo, desde lo cual se podría afirmar que  la creación del universo entonces no fue obra de un Dios y por lo tanto éste no existe

Muchas podrían ser las teorías que  niegan la existencia de un Dios, como también muchas otras que atribuyen  la vida y sus diferentes manifestaciones a  un   ser sobre humano y que por lo tanto, es el autor de toda esa obra de creación y vida.
Ahora bien,  se podría plantear entonces  las siguientes preguntas, para tratar de encontrar una explicación al  origen de la vida y la existencia de un Dios. ¿Dios existe?, ¿Cómo  se creó?, y ¿Dónde está ese “dios”?

Algunas teorías, como la teoría del big bang, negarían con sus argumentos la existencia de un dios, pues aparentemente prueban y  explican  la creación del universo surgida a través de expansión, mientras que con la teoría de la evolución se encontraría el origen de la vida humana,  y desde estas dos perspectivas la existencia de un dios no hubiese sido necesaria.

Según el  paradigma  del bing bang el universo comenzó hace unos 14.000 millones de años con  una  expansión. Inmediatamente después de que ocurriera este fenómeno  se crearon el espacio, el tiempo, la energía y la materia.

El físico ucraniano , George Gamow  (1904-1968) planteó que el universo se creó a partir de una gran explosión. Según esta teoría  había un punto infinitamente pequeño, increíblemente caliente y de densidad inimaginable que explotó y creo toda la masa de las 400.000 millones de galaxias que hoy conocemos a partir de la nada.

La primera fuerza en aparecer fue la gravedad. En este momento  quedó definida la forma y contenido del universo. Pasada una fracción de segundo después de que apareció la fuerza de la gravedad, se desprendió una onda inmensa de energía y comenzó la expansión del universo en todas las direcciones a una velocidad inimaginable.

Al expandirse el universo empieza a enfriarse y empieza una nueva fase en la evolución del universo. La energía pura de la explosión se transforma en materia y aparecen las primeras partículas subatómicas. Entonces aparece la primera materia del universo; es decir que la energía se transformó en materia.

Las condiciones eran tan extremas que la materia que se formó, nada tenía que ver con la materia que vemos en la actualidad en el universo. Todavía no había átomos sino partículas subatómicas. Se transformó materia y energía simultáneamente. Aparecía y desaparecía materia. Pero poco a poco y como consecuencia del enfriamiento, debido a la expansión del universo, las partículas se hicieron más estables y dejaron de transformarse en energía. Las partículas primitivas al disminuir su temperatura disminuyó también su velocidad y se dieron las condiciones para la formación de los átomos del primer elemento, el hidrógeno.

Unos 380.000 años después del bing bang el universo comenzó a ser transparente y 200 millones de años más tarde, las nubes de gas de hidrógeno y helio darían lugar a las primeras estrellas. Entonces el universo inició una etapa de luz y esplendor. El universo empezó a iluminarse en todas las direcciones hasta formar el impresionante espectáculo que vemos hoy cuando miramos el cielo nocturno.
Desde esta teoría el origen de la Tierra tiene en mismo principio de la del sistema solar, por lo tanto, en sus inicios la tierra fue  una extensa mezcla de nubes de gas, rocas y polvo en rotación.
Ahora bien, una vez lista la tierra y a través del proceso evolutivo característico de la materia viva  y como producto de una larga serie de eventos de especiación y de extinción surge el ser humano.

Desde ésta perspectiva  se argumenta que en la atmósfera terrestre no había oxígeno libre como gas, solamente habían hidrógeno (g), metano (g), amoniaco (g), vapor de agua (el pH del agua era básico), así mediante la interacción con tormentas eléctricas y erupciones volcánicas varias de estas moléculas se combinan con otras y dan origen a complejos necesarios para la vida, en los llamados "caldos primigenios". 


Con la  síntesis evolutiva, se afirma que los primeros sistemas pre celulares eran los coacervados, que son gotas microscópicas con proteínas, azúcares y agua, siendo estos los ingredientes básicos de la vida.
Los primeros seres vivos fueron células procariotas (sin núcleo) simples;   tenían pocos organelos celulares, como flagelos, mitocondrias y membrana, se alimentaban de cualquier nutriente que hubiera en el alrededor, ya fuera azúcar, proteína o cualquier nutriente fácil de fagocitar. 

Al pasar el tiempo, estos seres fagocitaron a otros más pequeños mediante simbiosis y con ellos adoptaron sus organelos, ADN y así fueron evolucionando   a   células eucariontes (con núcleo); mientras que otros también desarrollaron  cloroplastos, y con esto nacieron  los primeros seres autótrofos.
Luego  se desarrollaron formas de vida multicelulares que evolucionarían y más adelante se conocerían como Los australopitecinos (homínidos bípedos ya extintos) y estos a su vez evolucionarían hasta conocérseles como homo sapiens sapiens.
A partir de esta tesis, una vez más la existencia de dios resultaría innecesaria, en el origen de la vida.
Con todos estos argumentos, teorías y explicaciones que si bien pueden tener forma y coherencia aún queda pendiente, el cómo explicar que de la nada surgió algo. Ahora bien  una expansión para formar el universo, tampoco excluye a Dios, aunque si limita el trabajo qué el pudo haber realizado.

No bastan las teorías para negar o aceptar la presencia de un dios, ni tampoco para conocer en caso de que si ese dios existe, cómo se creó él mismo.

Las personas creyentes seguirán reconociendo desde su fe a un dios, como creador y dador de la vida, por el contrario, otras estarán convencidas de que dios es un invento, fruto de la ignorancia humana, una raíz ancestral de su especie,  la cual  busca explicaciones míticas para explicar lo que no conoce o le da miedo; pero sobretodo como una poderosa herramienta para salvaguardar los pocos valores morales que aun subyacen en los comportamientos de la humanidad y que por el contrario en las innumerables acciones y comportamientos  se visualiza con mayor fuerza su deseo de destrucción y muerte.

Dios y su existencia, dios como una absurda creencia, dios como ignorancia del pueblo, la ciencia como método científico, la ciencia y sus aseveraciones, la ciencia y sus observaciones,  aun en nuestros tiempos solo chocan con sus argumentos, defienden sus posiciones, pero desde sus divergencias aun no han logrado explicaciones realmente comprobables, que hayan sido filtradas, experimentadas y escritas como leyes universales; cada persona actúa, piensa y reflexiona desde sus concepciones propias y su inmersión en la cultura en la que se desenvuelve.









1 comentario:

  1. Desde la fe, la existencia de un Dios como creador de todo cuanto existe se hace necesaria. La ciencia basa todo su conocimiento a través de la experimentación; sin embargo, la vida no se reduce a algo tan simple como una suma, en ella convergen procesos y elementos complejos y diversos.

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