ENSAYO FILOSÓFICO
WILLIAM ALEXANDER
CALDERÓN NARVÁEZ
Profesora: VILMA BORJA
Licenciada en
Ciencias sociales
INSTITUCIÓN
EDUCATIVA YERMO Y PARRES
MEDELLÍN
11-2
2014.
LA EXISTENCIA DE DIOS, UN
MISTERIO SIN EXPLICACIÓN.
A lo largo de la historia de la humanidad; el hombre
siempre se ha preguntado por su propio origen, por esas raíces de las cuales surgió la vida humana, y
que le han permitido desenvolverse dentro las diversas y cambiantes
circunstancias de su existencia; pero no sólo se ha cuestionado sobre su propia
vida, sino por las diferentes manifestaciones de existencia presentes en un
planeta aparentemente solitario con
presencia de vida que se extiende a lo largo del inacabado universo.
Desde esa curiosidad, ese hombre y en su afán de respuestas le ha atribuido su origen a seres místicos o dioses. Un ejemplo de estos
es Zeus: en la mitología griega, Odín en
la mitología nórdica; pero el más reconocido es dios, Jesucristo en las religiones cristianas.
Desde las diferentes teorías científicas, esa
existencia de un “Dios”, sería falsa, pues no es objetiva, debido a que dicho
fenómeno no se ha podido comprobar a través del riguroso método científico; sin
embargo, para los creyentes, es decir
para la inmensa mayoría de los seres humanos, existe un Dios, que no
necesariamente se llama Jesucristo, pero que realizó la misma obra creadora y
todas las manifestaciones de vida presentes en el planeta.
La pregunta sobre la existencia de Dios hasta ahora
resulta en una verdadera incógnita, pues a pesar de los avances tecnológicos ni se ha confirmado ni se ha demostrado lo contrario; sin embargo, hay ciertas teorías científicas, que usando
diferentes herramienta o instrumentos tratan de demostrar el origen del
universo, y por lo tanto, el origen de
la vida sobre la tierra.
Una de esas herramientas científicas es el colisionador de hadrones ubicado cerca de Ginebra, en la frontera franco-suiza. El colisionador hace colisionar 2 protones a una velocidad de 300.000 km/s, para así poder recrear las
condiciones del inicio de la creación del Universo. Al hacer esto supuestamente
se está demostrando el origen mismo del universo, desde lo cual se podría
afirmar que la creación del universo
entonces no fue obra de un Dios y por lo tanto éste no existe
Muchas podrían ser las teorías que niegan la existencia de un Dios, como también
muchas otras que atribuyen la vida y sus
diferentes manifestaciones a un ser sobre humano y que por lo tanto, es el
autor de toda esa obra de creación y vida.
Ahora bien, se podría
plantear entonces las siguientes
preguntas, para tratar de encontrar una explicación al origen de la vida y la existencia de un Dios. ¿Dios existe?, ¿Cómo
se creó?, y ¿Dónde está ese “dios”?
Algunas teorías, como la teoría del big bang,
negarían con sus argumentos la existencia de un dios, pues aparentemente
prueban y explican la creación del universo surgida a través de
expansión, mientras que con la teoría de la evolución se encontraría el origen
de la vida humana, y desde estas dos
perspectivas la existencia de un dios no hubiese sido necesaria.
Según el paradigma del bing bang el universo comenzó hace
unos 14.000 millones de años con una expansión. Inmediatamente
después de que ocurriera este fenómeno se crearon el espacio, el tiempo,
la energía y la materia.
El físico ucraniano , George Gamow (1904-1968)
planteó que el universo se creó a partir de una gran explosión. Según esta
teoría había un punto infinitamente pequeño,
increíblemente caliente y de densidad inimaginable que explotó y creo toda la
masa de las 400.000 millones de galaxias que hoy conocemos a partir de la nada.
La primera fuerza en
aparecer fue la gravedad. En este
momento quedó definida la forma y
contenido del universo. Pasada una fracción de segundo después de que apareció
la fuerza de la gravedad, se desprendió una onda inmensa de energía y comenzó
la expansión del universo en todas las direcciones a una velocidad
inimaginable.
Al expandirse el universo
empieza a enfriarse y empieza una nueva fase en la evolución del universo. La
energía pura de la explosión se transforma en materia y aparecen las primeras
partículas subatómicas. Entonces aparece la primera materia del universo; es
decir que la energía se transformó en materia.
Las condiciones eran tan extremas que la
materia que se formó, nada tenía que ver con la materia que vemos en la
actualidad en el universo. Todavía no había átomos sino partículas subatómicas.
Se transformó materia y energía simultáneamente. Aparecía y desaparecía
materia. Pero poco a poco y como consecuencia del enfriamiento, debido a la
expansión del universo, las partículas se hicieron más estables y dejaron de
transformarse en energía. Las partículas primitivas al disminuir su temperatura
disminuyó también su velocidad y se dieron las condiciones para la formación de
los átomos del primer elemento, el hidrógeno.
Unos 380.000 años después del bing bang el
universo comenzó a ser transparente y 200 millones de años más tarde, las nubes
de gas de hidrógeno y helio darían lugar a las primeras estrellas. Entonces el
universo inició una etapa de luz y esplendor. El universo empezó a iluminarse
en todas las direcciones hasta formar el impresionante espectáculo que vemos
hoy cuando miramos el cielo nocturno.
Desde
esta teoría el origen de la Tierra tiene en mismo principio de la del sistema
solar, por lo tanto, en sus inicios la tierra fue una extensa mezcla de nubes de gas, rocas y polvo en
rotación.
Ahora
bien, una vez lista la tierra y a través del proceso evolutivo característico de la materia
viva y como producto de una larga serie
de eventos de especiación y de extinción surge el ser humano.
Desde
ésta perspectiva se argumenta que en la
atmósfera terrestre no había oxígeno libre como gas, solamente habían hidrógeno
(g), metano (g), amoniaco (g), vapor de agua (el pH del agua era básico), así
mediante la interacción con tormentas eléctricas y erupciones volcánicas varias
de estas moléculas se combinan con otras y dan origen a complejos necesarios
para la vida, en los llamados "caldos primigenios".
Con la síntesis evolutiva, se afirma que los primeros sistemas pre celulares eran los coacervados, que son gotas microscópicas con proteínas, azúcares y agua, siendo estos los ingredientes básicos de la vida.
Los primeros
seres vivos fueron células procariotas (sin núcleo) simples; tenían pocos organelos celulares, como
flagelos, mitocondrias y membrana, se alimentaban de cualquier nutriente que
hubiera en el alrededor, ya fuera azúcar, proteína o cualquier nutriente fácil
de fagocitar.
Al pasar el tiempo, estos seres fagocitaron a otros más pequeños mediante simbiosis y con ellos adoptaron sus organelos, ADN y así fueron evolucionando a células eucariontes (con núcleo); mientras que otros también desarrollaron cloroplastos, y con esto nacieron los primeros seres autótrofos.
Al pasar el tiempo, estos seres fagocitaron a otros más pequeños mediante simbiosis y con ellos adoptaron sus organelos, ADN y así fueron evolucionando a células eucariontes (con núcleo); mientras que otros también desarrollaron cloroplastos, y con esto nacieron los primeros seres autótrofos.
Luego se desarrollaron formas de vida
multicelulares que evolucionarían y más adelante se conocerían como Los
australopitecinos (homínidos bípedos
ya extintos) y estos a su vez evolucionarían hasta conocérseles como
homo sapiens sapiens.
A partir de esta
tesis, una vez más la existencia de dios resultaría innecesaria, en el origen
de la vida.
Con todos estos
argumentos, teorías y explicaciones que si bien pueden tener forma y coherencia
aún queda pendiente, el cómo explicar que de la nada surgió algo. Ahora bien una expansión para formar el universo,
tampoco excluye a Dios, aunque si limita el trabajo qué el pudo haber
realizado.
No bastan las teorías
para negar o aceptar la presencia de un dios, ni tampoco para conocer en caso
de que si ese dios existe, cómo se creó él mismo.
Las personas creyentes seguirán reconociendo desde
su fe a un dios, como creador y dador de la vida, por el contrario, otras
estarán convencidas de que dios es un invento, fruto de la ignorancia humana,
una raíz ancestral de su especie, la
cual busca explicaciones míticas para
explicar lo que no conoce o le da miedo; pero sobretodo como una poderosa
herramienta para salvaguardar los pocos valores morales que aun subyacen en los
comportamientos de la humanidad y que por el contrario en las innumerables
acciones y comportamientos se visualiza
con mayor fuerza su deseo de destrucción y muerte.
Dios y su existencia, dios como una absurda
creencia, dios como ignorancia del pueblo, la ciencia como método científico,
la ciencia y sus aseveraciones, la ciencia y sus observaciones, aun en nuestros tiempos solo chocan con sus
argumentos, defienden sus posiciones, pero desde sus divergencias aun no han
logrado explicaciones realmente comprobables, que hayan sido filtradas,
experimentadas y escritas como leyes universales; cada persona actúa, piensa y
reflexiona desde sus concepciones propias y su inmersión en la cultura en la
que se desenvuelve.
Desde la fe, la existencia de un Dios como creador de todo cuanto existe se hace necesaria. La ciencia basa todo su conocimiento a través de la experimentación; sin embargo, la vida no se reduce a algo tan simple como una suma, en ella convergen procesos y elementos complejos y diversos.
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